El idioma griego tiene tres declinaciones para los sustantivos: la primera, la segunda y la tercera. Cada una de estas declinaciones tiene diferentes terminaciones para los casos gramaticales: nominativo, genitivo, dativo, acusativo y vocativo.
La primera declinación se caracteriza por tener sustantivos femeninos que terminan en -α en el nominativo singular, como por ejemplo ἡ πόλις (la ciudad). En el genitivo singular, estos sustantivos terminan en -ας, en el dativo singular en -ᾳ, en el acusativo singular en -αν y en el vocativo singular en -α.
La segunda declinación incluye sustantivos masculinos y neutros que terminan en -ος en el nominativo singular, como por ejemplo ὁ λόγος (la palabra) y τὸ ῥήμα (el verbo). En el genitivo singular, estos sustantivos terminan en -ου, en el dativo singular en -ῳ, en el acusativo singular en -ον y en el vocativo singular en -ε.
La tercera declinación incluye sustantivos que pueden ser masculinos, femeninos o neutros y que tienen terminaciones variables en el nominativo singular. Por ejemplo, ὁ ἄνθρωπος (el hombre) es masculino, ἡ γῆ (la tierra) es femenino y τὸ παιδίον (el niño) es neutro. Las terminaciones en los otros casos también varían en esta declinación.
Además de los sustantivos, los adjetivos y los pronombres en griego también se declinan de forma similar. Estas declinaciones son fundamentales para la comprensión y la correcta formación de frases en griego antiguo.
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